El Salto del Gitano es el mirador más conocido y fotografiado de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe, siendo parada obligada para todos los visitantes que llegan al territorio. En todas las estaciones, este enclave mágico ofrece un espectáculo sobrecogedor. Basta con pararse cinco minutos y observar en silencio para ver el majestuoso vuelo de los buitres leonados y varias especies de aves que pasean elegantes entre las paredes de roca.
La imponente pared rocosa de Peña Falcón es un espectacular afloramiento de Cuarcita Armoricana, la roca más característica del Parque y una de las formaciones rocosas más antiguas del planeta, donde anida una de las mayores poblaciones de buitre leonado de Europa, además de cigüeña negra y una gran variedad de aves. Muchas son las leyendas sobre el origen del nombre, entre ellas la que cuenta que, hace un par de siglos, una pareja de guardias civiles con capa y tricornio, perseguían a un gitano al que se le acusaba de haber realizado alguna fechoría. El joven gitano, en su huida de los agentes, llegó a lo alto de la pared de roca y, viéndose acorralado, saltó tan alto y tan fuerte que cruzó el río y escapó. Los guardias que vieron aquella proeza se quedaron tan maravillados que uno de ellos se convirtió en piedra, quedando su silueta aún hoy visible.